viernes, 9 de julio de 2010

Poetrasto




El poeta del bar de la esquina junta trastos que leyó. Él cree en la libertad. Cada mañana se sienta en la terraza y caza versos al aire, recicla algunos que tiene en el bolsillo y los rima con el poso del café. Cuando acaba su poematreto corre hacia las palomas que pueblan la Rambla Cataluña y, entre zancada y zancada, recita su última obra. El momento es mágico, porque las palomas siempre se emocionan tanto que echan a volar. Ellas también creen en la libertad.