lunes, 7 de junio de 2010

Entreactos



Antes de nada, escucha la balada de los despertadores muertos de sueño, cómo gimen la cafeteras, los bares bostezando, las canciones de ducha, los besos recién hechos. Antes de todo, abre bien los ojos, levanta las pestañas, espera unos segundos. Porque antes de que empiece la función, habrá que darle tregua al nuevo día. Porque en este teatro, cada día actúas tú, y los aplausos, cuestan mucho de arrancar. Eso sí, cuando vengan no te olvides de abrazarlos, curan el ego y hasta el silencio más íntimo.
Ahora sí, date prisa que se abre el telón. 
Mucha mierda.