jueves, 29 de abril de 2010

Psicolorgía




Postrado en el chaise longe, en plena confesión, Eduardo vomita  – mire doctor, primero me vaciaba los huevos, luego no paraba de tocármelos. Me follaba el pene, más tarde la cabeza. También me dejaba darle por culo, hasta que empezó a darme ella. Antes éramos uña y carne, ahora somos culo y mierda. No puedo escucharla, me entra urticaria sólo de oír su voz.- Pero, ¿sólo hace dos semanas que se conocen, no cree que es mejor cortar con esta relación? – aconseja el psicólogo – Puede que tenga razón, pero usted no sabe lo guapa que se pone cuando se enfada. – ¿Y eso le consuela? – No, me vuelve loco, por eso estoy aquí.