jueves, 15 de abril de 2010

Boomerang




Sigo siendo aquel prófugo - decía el chico mientras tomaba asiento en la silla de aquella terracita. Su amigo que tenía los ojos gastados de aguantarse las lágrimas contuvo su sonrisa y alargó su mano - bienvenido de nuevo, puto traidor de mierda. Joder no me esperaba este recibimiento, pensaba que me pegarías – Mientras pagues las cervezas no habrán ostias, añadió el amigo mirando al frente.

¿Cómo te ha ido desde aquello? Me cayeron cinco de años en un correccional, dos en la cárcel y uno de libertad condicional, ¿qué te parece? - Que con el careto que tienes no tendrían que haberte dejado marchar, dijo el prófugo mientras se quitaba las gafas de sol. Y tú, ¿qué cojones has estado haciendo tú? Sé que os dejé tirados, pero no tuve opción y me largué a Argentina. Allí empecé con el contrabando de merca en puertos, mucho dinero, ¿sabes?, y una cosa me llevó a otra y a otra cosa que me llevó aquí, ya sabes de qué va esto… Vengo a pagaros lo que os debo, lo que me llevé del banco, vuestra parte. ¿Y tú qué haces, a qué te dedicas? Antes de que contestara se escuchó un coro de revólveres rompiendo la intimidad del encuentro. El prófugo levantó la mirada y se encontró a toda una patrulla policiaca apuntándole - Yo he venido a entregarte, ahora me dedico a joder a los que me jodieron.