miércoles, 24 de marzo de 2010

Toque de seda



Aquella mujer quieta en el tren, tiene el glamour y la elegancia de los sesenta. Hasta su mirada habla con educación. Ver sus manos colocando de memoria un pañuelo sobre su cuello con una perfección sublime, me recuerda a Grace Kelly en aquella escena de “Atrapa a un ladrón”,  donde ella conduce carretera a través con una sonrisa de cine que hipnotiza la pantalla. 
Verla fumar en el vagón, ver cómo todos la miran preguntándose si ella es consciente de que eso es ilegal. Es increíble. Verla sacando el humo con sutileza, mientras los seguratas la invitan a salir. Es aún mejor. Pero escucharla decir – gracias por acompañarme hasta fuera, no tenían que haberse molestado - Es para sacarse el sombrero y decirle – señora, es un inmenso placer echarla del tren, a mí a veces también se me escapan los humos.