jueves, 11 de marzo de 2010

Last & the furious




Aquellos coches seguían pegados al retrovisor del coche de Jim. Sí, Jim. Un inglés que corría a todo gas por las calles, huyendo de sus malhechores. El pobre guiri se había metido en líos. Resulta que llegó a España en busca de fiesta y drogas, pero en apenas dos semanas se había arruinado. Así que no se le ocurrió otra cosa que robar un coche para volver a su país. Pero la mala suerte es caprichosa, y aquel vehículo pertenecía a un gitano. Y no era un gitano cualquiera, era el gran Jaime DobleFilo.


La persecución era digna de una producción de Hollywood. Y como en todas las películas, los malos lograron acorralarle en un parquing. Jim bajó del coche. Los gitanos también. Y acto seguido, una jauría de revólveres caminaron hacia él con el gatillo a punto de tiro. Y entre aquel corro de pistolas con sed de disparo, apareció Jaime DobleFilo - ¿You know lo que estás haciendo extranjero de shit? - Jim tragó saliva y  con la mandíbula desencajada, respondió – ¡I’m living la vida coca!