Un brindis por todos los ceros a la izquierda.
Por toda la derecha sin derecho a ejercer.
Por la política muda y fumada de hierba.
Por todos los que mueren por querer.
Venga, quiero ese aplauso de cristales.
Y que las copas al pegarse un morreo
suenen a campanas celestiales,
a chasquido de deseos sin modales.