miércoles, 20 de enero de 2010

Zoonámbulos





Esa noche en el zoo ningún animal podía dormir. Los monos buscaban a los camellos, los linces a las zorras, los gorilas hacían guardia en la puerta de las leonas. Sí, sí, allí donde todos los cerdos se agolpaban intentando entrar. Ni los loros, que no paraban de darle al pico, ni los peces gordos, ni los elefantes con la trompa más grande lograron acceder y pillar algo de mercancía. Todos hacían cola para comprar gramos de sueño. Todos soñaban con dormir. Sin embargo, tuvieron que conformarse con toneladas de ronquidos, porque aquella noche, la marmota tampoco despertó.