miércoles, 27 de enero de 2010

Vocación oculta







De pequeño no quería ser empresario, tampoco astronauta, ni bombero, ni siquiera quería parecerme a mi padre. Mi vocación era otra, algo mucho más pasional. Quería trabajar en fábricas de sueños, templos del descanso, lugares donde la vida fuese horizontal. Yo de pequeño no quería ser médico, ni héroe de cómic, ni cantante de rock. Yo de pequeño soñaba con ser probador de camas. Y ahora que soy más grande, no descarto seguir perseguiendo mi sueño, y que me paguen por dormir.