Las doce. La noche. Ya empiezo a temblar. Primero las piernas. Luego las manos. Tranquilo. Es taquicardia de ridículo. Cosquillas de vergüenza.
Las doce. La noche. Suenan campanas. Ya no eres tú. Pelos en la lengua. Colmillos en los ojos. Ni rastro de caperucita. No puede ser.
Las doce. La noche. He vuelto a caer. En otra noche aullando como un lobo.
En otra noche convertido en el hombre bobo.
Las doce. La noche. He vuelto a caer. En otra noche aullando como un lobo.
En otra noche convertido en el hombre bobo.