viernes, 8 de enero de 2010

Melancóholico



Los hielos se amontaban en aquel vaso de tubo. Luego dejaron paso al wiscky, a la noche, y a todas esas cosas de las que hoy no quiero escribir. El caso es que yo miraba el local desde mi plano subjetivo, veía a la gente bailando a cámara lenta, abrazándose, mirándose las vidas con la sonrisa afilada, no sé, esas cosas ¿sabes?...

El tema es que no se me ocurrió otra cosa que observar lo que bebían mis amigos. Todos habían cambiado de bebida. Todos se habían pasado al gin tonic, al ron, incluso alguno se atrevía con algún alcohol de más semblante, de más edad que nosotros, y servido en copa grande, en una de esas copas que dan la impresión que al cogerlas, tienes el mundo pillado por las pelotas. 

Y me vi desde un plano objetivo, con el mismo vaso de tubo largo bañado con el mismo wiscky de tercera. Y pensé, mis amigos están cambiando.
Y me dije, tendré que coger el mundo por las pelotas.