viernes, 15 de enero de 2010

Con la lluvia en los bolsillos





Esta mañana al ver llorar los cristales de mi ventana he entendido que llovía. Aunque el despertador no entiende que la lluvia se disfruta en la cama y no fuera, le da por sonar igual, le da por gritar su pip pip.

Y digo yo, el despertador lo inventó el primer jefe de la historia. Le puso un timbre, un sonido que te recuerda que tienes que ir a trabajar. Hoy que llueve me gustaría mojar ese pip pip con la lluvia que me sobra en los bolsillos, para enseñarle que cuando llueve se está mejor en la cama, y que el único jefe que tendría que existir, es un despertador mudo.