domingo, 22 de noviembre de 2009
Carnaval
En aquella noche de carnaval él no era menos que todos. La fiesta era una borrachera de personajes ficticios, y él, él no era menos. Algunos iban de animales, otros de animaladas, muchos no sabían muy bien lo que llevaban puesto, y la mayoría, acabaron como cada noche, disfrazándose de borrachos.
Él no era menos.
A todo esto, entre el gentío apareció una mariposa, rubia, delgada, bonita, con alas y con el peligro enfundado en sus ojos. Peligro fue lo que él vio. Y peligro se le acercó batiendo sus alas.
Ésto es una fiesta de disfraces y no veo que vayas disfrazado – le dijo. Y tú de qué vas disfrazada – respondió él. Voy de mariposa, ¿qué no lo ves? Ah, y de verdad no ves de qué voy disfrazado yo. Pues no, no veo que lleves disfraz – dijo entornando la sonrisa. No entiendo cómo siendo una mariposa no veas que yo. Yo soy una flor.
Él no era menos.